Por Fin¡¡¡¡¡

Hoy, tras algo más de dos años, se ha cumplido una cita pendiente, una de esas … llamalas decisiones vitales, instantes únicos en la vida, que algunos afortunados ,hoy he sido yo ese afortunado, tienen la ocasión de vivir.

Quizás no ha sido por los motivos que hubiéramos deseado los dos, al fin y al cabo, se inició con la finalidad de un par de cervezas y el placer de la mutua compañía, el deseo de compartir o comprobar, como aquella conexión que nos surgía en nuestro día a día laboral nos indicaba que fuera a mas.

Y, bueno, decirte que ha sido más que eso.

Sentirme escuchado, poder escuchar, no sentirme juzgado, poder opinar sin miedo, sin tapujos, quizás en ocasiones porque uno ya ha vivido algo parecido, no se, tener la sensación de que ambos estábamos bien, ahí, con la cerveza de por medio, con un par de risas que surgen, con confidencias que ambos no hubiéramos creído poder contar al otro, confidencias que arrancaban mucho antes que tu hubieras nacido, que nadie mas ha conocido de mi, confidencias que me contabas sobre detalles que, al juzgar tu rostro, te sorprendías de como te surgían para decírmelas.

Han pasado muchos días desde que se gestó el deseo de una cita entre tú y yo para tomar algo, pero que me condenen si jamás hubiera podido sentir lo que he sentido hoy.

Escucharte me ha removido, me ha provocado un sinfín de dudas, de certezas, de pensamientos enfrentados, de deseos satisfechos unos, quizás de otros que han de quedar en la mera fantasía, quizás para ti, quizás para mi.

Pasear por unas calles en las que se, que había gente, pero en la que toda mi atención estaba centrada en ti, estar sentados en una pequeña mesa de café, en una plaza llena de gente y de la que no existían para mi, en aquello que me contabas, un sol que no ha dejado de acariciarte en todo momento…

Decirte cosas de mi que creía que nunca mas serian dichas y encontrarme con tu silencio bañado en cierta parte de sorpresa, no mayor que la miá cuando los revivía.

Has de entender, para que no repitas errores tan comunes como inevitables, que no estas sola, nunca podrás estar sola, no mientras exista un solo ser vivo en este planeta.

No eres tan especial, créeme, se ver mas defectos en ti de los que serias capaz de creer, pero así mismo, veo todas esas enormes virtudes y capacidades de las que no eres muy consciente y que sin embargo, en pruebas vitales como la que te toca afrontar, has podido comprobar como un gran numero de nosotros coincidimos demasiado como dejarlo en una mera probabilidad estadística.

Nos llaman intensos, nos llaman que no pensamos, que no meditamos, y no dudo que no les falto algo de razón, al fin y al cabo, si hemos de juzgarnos por el baremo de segundos, minutos, horas o días, estoy convencido de que siempre acortamos en todo ellos si nos juzgan como al resto… pero nosotros no somos como ellos.

Nosotros vivimos.

Aceptando todas nuestras carencias, todas esas caídas que inevitablemente vamos atesorando, y si, atesoramos, porque en cada una de ellas, hemos aprendido, hemos sentido, hemos…vivido.

No estoy seguro de como me juzgaras ahora, al saber que soy un… llamemosle indiferente a la presencia de la parca, en muchas mas ocasiones de las que crees, o que quizás, ese demonio que has creído ver en alguna ocasión, no es solo un demonio, sino mi esencia mas profunda a la que tengo que controlar en mas de una ocasión, y que, tal como te contaba hoy, no siempre he podido.

Habíamos quedado para comprobar como estabas, te seré sincero, quería verte, quería saber de ti y decirte por milmillonésima vez que estoy aquí, quería abrazarte, mucho, y cuando me he dado cuenta, he notado cierta humedad en mi rostro, una humedad que nacía de ser la primera vez en mucho tiempo, que deseaba compartir algo mio.

Hacia mucho tiempo que llevo cierta mochila encima, una mochila que intento desechar de mil formas distintas, que ha habido ocasiones en las que me ha pesado tanto que me ahogaba, que me…anulaba.

Porque creía que estaba solo.

No lo hagas, no te lo consientas nunca, no porque me tengas ahí, se que lo sabes, sino porque hay mas, muchos mas, mil palabras que te han dirigido otras personas que te quieren, que te conocen, que ansían seguir sintiendo que estas con ellos.

Nunca lleves esa mochila sola, porque se lo que eso conlleva.

Llama… grita… chilla… llora… ríe, pero recuerda que no tienes porque hacerlo sola, porque has de recordar que tendré 98 años, iré con la silla automática, la sonda dando vueltas por mi pierna, quizás incluso con la bomba de insulina dándome caña… y cuando me llames para nuestra segunda vez, te diré….

Hola preciosa, que te cuentas…

Solo se que hoy..

Ha sido un día…

Especial.