Es algo, que en ocasiones me he preguntado, quizás al acabar algo, no se, una tarea, una idea que se ha ido gestando en la cabeza por horas, días, quizás años en los que ha ido surgiendo de forma sistemática, una especie de idea recurrente…aquello que hay dentro de mi.
Ya has visto mi lado mas, no se, ¿normal?, aquello que se suele esperar de la sociedad en la que vivo, el entorno en el que dedico gran parte de mi día a día, quizás incluso de ciertas ideas y conceptos que se me inculcaron según la educación recibida, las experiencias vividas…
Experiencias…
Aquí esta el quid de la cuestión, porque, a tenor de las que he tenido, no se si suerte o no de haberlas experimentado, en muchas ocasiones me he preguntado por mi verdadera naturaleza, aquella que me sorprendió que apareciera y con la fuerza con la que lo hizo.
Pero aun mas el esfuerzo que tuve que hacer para que no cumpliera su objetivo.
Soy alguien de ideas sencillas, de creencias muy firmes en cuestión de vivir y dejar vivir, incapaz de juzgar según patrones establecidos, muy desconfiado de aquello que muchos dan por sentado, no porque este o no esté bien, es mas porque no se cuestionan si es lo que ellos creen.
Y conforme va pasando el tiempo, conforme lo que a mi alrededor se va gestando, conforme a lo que conozco cada vez mas y mejor de mis deseos… creo que me voy volviendo mas tajante o cuando menos , mas intolerante ante la hipocresía, la falta de sinceridad, no ya con los que te rodean, sino principalmente con uno mismo.
Acepto, que no estoy de acuerdo, conque tengamos que mantener una imagen adornada de falsa felicidad diaria y continua, la de estar constantemente anunciando cada acto que hacemos, cada traje o vestido, cada comida que hacemos, como si al compartir tales momentos, con verdaderos desconocidos a los cuales, ni siquiera sabemos como llamarlos en caso de necesitarlos, ello nos proporcionara mas, no se, ¿puntos?,, ¿boletos en una lotería?… ¿nos dan descuento en yo que se?.
¿Desilusionado?
Quizás si, no te digo que no, por ello celebro con tanta ansia, me estremezco de puro placer cuando encuentro a mi alrededor, verdaderas piedras preciosas en forma de sonrisas sinceras, miradas justas e ideas que se mantienen con la pasión que da el haber estado convencido de su certeza.
Hay días en los que el viaje a una isla desierta, no solo me atrae, sino que la necesitaría para no coger una ametralladora.
Hay días que me levanto con el pensamiento de porque no aparece ya el asteroide ese de las películas, aunque también me conformaría con una plaga zombi.
Hay días que…
Pero están el resto de días, aquellos en los que una mesa de un bar, unas hojas en blanco y una pluma a mi lado, las de escribir, que quede claro, me ayudan a cicatrizar esas nuevas ansias de perderme en un abismo de ideas de… parecidas a las que te describía antes, pero digamos que mas políticamente incorrectas de expresar aquí.
Hay días, hay momentos en los que recuerdo a ese personaje que anida dentro de mi, la versión mas cruel, diabólica, malvada, egoísta en suma, de mi yo actual, el que tu conoces y del que en ocasiones le sonríes.
Y comprendí que ese yo interno, el que pugna por salir cuando creo que no hay salida, cuando creo que he de rendirme ante la evidencia de que lo conocido es impotente ante lo que me rodea, ante la certeza de que seré un paria, de que estoy solo en este mundo, es en esos momentos, cuando mi mas profundo yo se regodea ante el inminente placer de su resurgir.
Siempre creí en la dualidad de la vida, nacer versus morir, la oscuridad frente a la luz, el atardecer contra el amanecer, no se cuantos mas ejemplos podría decirte, pero solo se que en mi anida el contrario que yo, aunque…
Quizás, solo quizás, mi verdadero yo, no sea el que ves.
Quizás todos esos esfuerzos de quienes me rodean, de mantener una imagen cuasi perfecta, sean un intento de crear otra vida, porque la real, la que esta dentro de ellas, es tan caótica, imperfecta, desilusionante, que no pueden aceptar que deberían luchar por mejorarla, aunque para ello tuvieran que hacer lo impensable.
Aceptarse tal como uno es, lleno de defectos, nunca igual a otro, siempre distinto, tu ves el atardecer en silencio, yo miro cuando he de darle a la luz, tu ves la sinrazón de un acto, yo veo la libertad de actuar según la propia necesidad.
El que hay dentro de mi es alguien que me complementa, que me dice que adelante cuando quiero dar marcha atrás, es ese diablillo que se sienta en mi hombro, que me susurra mil y un adelanto de placeres si me atreviera…
Es el que pocos han visto de mi…salvo en aquellos en los que nuestro diablo particular, se saludan como parte de la misma familia.
Los que aun queremos ser nosotros mismos.
Excelente reflexión, esperemos que siga tomando la pluma y no la ametralladora.
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Esperemos¡¡¡¡.
Gracias por tu tiempo para leer y comentar
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Por muchas hojas en blanco más… un rincón, y tu pluma.
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Lo que te pasa, Jordi, es lo que nos ha pasado a todos los que pensamos un poco, en algún momento u otro de la vida. Se llama MADUREZ.
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jajajaja, si se lo dices a mi hija te dira todo lo contrario, pero gracias por leer y aun mas por comentar.
Un saludo
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Almabrazos, escribeme maestra.del.amor.gg@gmail.com
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No dudes que lo hare¡¡¡¡
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«El que hay dentro de mi es alguien que me complementa, que me dice que adelante cuando quiero dar marcha atrás, es ese diablillo que se sienta en mi hombro, que me susurra mil y un adelanto de placeres si me atreviera…» Escúchalo, tus palabras tienen mucha fuerza.
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Gracias¡¡¡¡¡, consigues que me sonroje ante un cumplido asi.
Gracias de nuevo
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Lo de la ametralladora ha sido contundente. ¡Sigue quedándote con la pluma!
Un abrazo
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jajajajaja, pero es lo que siento en ocasiones¡¡¡¡¡, aunque bueno, menos mal que solo queda en mi imaginacion…¿venden alguna por ahi?
Gracias por pasarte y comentar
Un saludo
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