Casi 24 horas desde que me besaste y pusiste tus manos en mi nuca, al despedirnos en la estación.
Reconozco, que como colofón a semejante dia, poco puedo pedir mas, un dia lleno de detalles, momentos casi mágicos y. porque no decirlo, difíciles de creer.
¿Por qué no puedo creerlos?
Tengo que mirar cuando fue, aquella tarde en la que por primera vez, te vi, una foto, una pagina de contactos, para paliar una soledad en una sociedad cada vez mas comunicada, algo que siempre me has oído decir.
Lleno de seguridad, ideas claras, pensamientos concretos, todo eso y mas me achacas en ocasiones, y no estas falta de razón, pero ayer…….un baile, una toalla en la playa, un beso tan dulce y suave, que fue para mi casi un extasis, unos momentos en la arena, escuchando el agua romper, tu risa, el olor de tu cuello………
Maldita sea¡¡¡¡
Solo se que tuve que romper el abrazo con que te mantenía a mi lado mientras bailaba, tu suspiro, mi corazón casi deteniéndose, mientras te cogia y me mecia, diciéndome a mi msmo que me detuviera, que seguramente estaba muerto y aquello era el paraíso.
Tengo miedo.
Miedo de no ser real, de ser un sueño, de no ser posible merecedor de que alguien como tu esta ahí, a mi lado, y se que tu siguiente pensamiento seria el de desmerecer que seas asi, pero para mi……….eres alguien importante.
Demasiadas vueltas nos depara el destino, e incontables cruces surgirán, eso lo se, y ahora todo podría resumirse en un monton de posibles, todos ellos equivocados o certeros seguramente, pero solo me quedo con el hecho de ser el hombre mas afortunado de esta tierra, no ya porque no me permitas que es por ti, algo que quizás nunca me dejes admitir, pero déjame que lo sea por haber sentido un dia único.
Tienes razón, en cada ocasión que nos hemos encontrado, ha habido siempre algo que ha hecho el dia especial, y el de ayer no fue menos, y podría quedarme con el baile, quizás podría ser la playa, tumbada de espaldas en la arena, acariciándote, tu beso tan suave que casi hacia hasta daño, y deseando que me dieras mas, esas miradas que ayer me lanzabas y que, no lo sabias, me ponían de los nervios¡¡¡, pero al final, me quedo con ese beso de despedida en la estación, no por ser mas largo, sino por depositar tus manos en mi nuca, acercándome a ti.
Por cierto, el pañuelo sigue oliéndote a ti.