El dolor duele

!!Toma ya¡¡, acabo de hacer el descubrimiento del siglo, ya puedo plegar de trabajar, que tendré entrevistas en miles de televisiones, cobrare derechos por dar conferencias y de los libros que escriba a continuación, eso si, donare los beneficios a mi cuenta de las Islas Caimán.

Este ultimo parrafo es casi la transcripción literal de la respuesta que le di a  una compañera de trabajo, en el descanso de la merienda y tras mi afirmación de que el dolor duele, y tras reírnos ambos por mi afirmación y tambien, como no, por la respuesta, creo que debería contarte el porque de semejante afirmación.

Hemos de tener en cuenta la gran variedad de dolor que existe, el físico, el emocional, el que anticipamos ante una inyección, el que anticipamos un rechazo porque no llega a su hora de la cita, el dolor que te atenaza ante la certeza del impacto antes de cualquier tipo de caída, e incluso, para algunos, no se yo si una minoría, el dolor es el anticipo del placer, ya sea el propio o el ajeno.

Dolores hay mas, muchísimos mas, tantos como seres humanos que somos, quizás es que hemos generalizado en las mas comunes, pero incluso en estos, cada uno lo afronta a su manera, a su estilo, es común encontrarme con gente que apenas siente el pinchazo de la aguja y en cambio yo mismo, doy un pequeño suspiro en cada ocasión en que he de dar sangre, pero como ejemplo me vale, porque ese dolor no me paraliza, no evita que año tras año, vaya un par de veces a donar sangre, se que me dirás que es un dolor pequeño, pero solo una pregunta…¿y tu que sabes?, ¿como conoces mi angustia?, ese corazón que creo notar que se detiene brevemente, mientras el sanitario me clava la aguja y noto, porque es así, lo noto, como ese trozo de acero entra y hurga en busca de una vena en el interior de mi brazo.

Y ese desconocimiento sobre mi dolor, lo aplico a quien me rodea, a quien me cuenta como le duele ver que no le entienden, que no saben como se siente porque no es para tanto, porque ellos lo afrontan o nunca lo han hecho, y de esto ultimo es habitual, de forma diferente, que no quiere decir que sea la única o la correcta, de menospreciar incluso que ellos han pasado por dolores mas fuertes y lo afrontaron con mas firmeza…

¿Hacemos eso?

¿Menospreciamos el dolor ajeno?

Esa respuesta es muy personal, porque la miá es que si, lo he hecho, quizás mucho mas a menudo en tiempos pasados, cuando la inexperiencia de la juventud, la falta de momentos vividos me hacia arrogante, sabio incluso, con la capacidad de dar consejos, aunque para serte sincero, esa etapa, como tantas otras, por suerte, ya ha pasado, y ahora estoy en aquella otra, en la que las prisas por dar la respuesta quedan frenadas por el querer saber mas y poder emitir un juicio mas justo, porque como te decía antes, ¿como puedo saber cuanto te duele?

Supongo que debería haber escalas, gestos que indican un mayor o menos grado, que ayudan a entender ese rictus que surge en un momento determinado, que la química tiene en su almacén gran variedad de productos creados para mitigar esa sensación, ese dolor que nos invade una parte de nosotros, si, supongo que hay medios para ello.

Pero para ese dolor que te invade cuando, en una mesa de café, llevas cinco minutos esperando a que llegue, ese dolor que surge tras el consabido…tenemos que hablar…el dolor que aparece tras un primer día sin ella, sin el, para todos esos dolores apenas tenemos substancias que lo mitiguen, no hay símbolos ni escalas que nos ayuden a entenderlo.

Podemos y de hecho recibimos un sinfín de frases bienintencionadas, quien no ha escuchado o dado una, con el fin de minimizar la sensación que, como un aura invisible, transmitimos a quien nos rodea, y quizás alguna de ellas, nos toque esa fibra lógica que nos ayuda a pensar, que en parte tienen razón, en que quizás no es para tanto, que mas pierde el otro, ¡¡¡Porque yo lo valgo!!!, porque quizás ese dolor que nos angustiaba pasa por la fase de la tristeza, mas llevadera incluso, porque en ese caso, y es mi propia experiencia, tu sonrisa, tras leer esto ,sabes o mas bien te imaginas que va dedicada a ti, porque has conseguido hacerme soñar de nuevo, soñar con mas mundos ahí afuera, mas continentes que descubrir, mas océanos que cruzar, con el animo preparado para mas combates contra piratas, con el café entre las manos para pasar una noche en vela mientras me cuentas lo que te sucede, porque a diferencia del otro, de ese dolor que combatimos con paracetamoles e ibuprofenos, hay otro que solo se puede combatir con la presencia de un amigo, un conocido o desconocido tal vez, con alguien que solo asiente al escucharnos, que no nos juzga, que solo esta ahí, con nosotros y que quizás, si hemos llegado a ese punto, somos capaces de escucharle con atención y con el animo dispuesto.

Como te decía al principio, el dolor duele, pero si nos tomamos un tiempo,el nuestro, un amigo, un sueño, una nueva oportunidad incluso, quizás ya no sea tanto lo que duele, sino que se convierte en una molestia, y esa sensación, esa molestia…bueno, es menos molesta.

9 comentarios en “El dolor duele

  1. elcieloyelinfierno

    ¡Definiciones múltiples para algo tan sensible y personal como el dolor! Al contrario de ti, en mi juventud el dolor ajeno me enseño a convivir en solidaridad y aun hoy muchos años de aquella, me sigue lastimando todo aquello que sucede alrededor y me ocupo dentro de lo que puedo. Ya que ganaría preocupándome, sentado en casa. Finalmente a veces, el dolor se produce al recordar algún momento muy feliz que has tenido en tu vida, por no tener contigo a quien se fue. Un cordial saludo, amigo.

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    1. He de agradecerte el tiempo y las lineas que me has enviado, y no obvio el dolor ajeno, aun mas en estos tiempo, que por la profesion que me ha tocado vivir, y ademas de una forma totalmente maravillosa, porque me encanta mi trabajo, repito, no me es ajena.
      He pasado unos dias, encerrado en una planta de hospital, con otros compañeros, peleandome con un bicho microscopico.
      Vuelvo a repetirme, gracias por tus tiempo y por tus lineas.
      Nos leemos

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      1. elcieloyelinfierno

        ¡Muchas gracias a vos Jordi; por estar frente a tu equipo día y noche, poniéndole el pecho a las balas de esta tercer pandemia del siglo XXI! Tu sensibilidad y tus relatos; dicen mucho mas de ti como un gran hombre sacrificado y generoso con el prójimo con la humildad que solo los grandes lo tienen. Te envió un cordial saludo..

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  2. Helena Sauras

    Me ha encantado tu reflexión, Jordi. Esperemos que el dolor se convierta en molestia con el paso del tiempo, aunque tenemos que poner de nuestra parte. Si no lo hacemos, continuaremos sintiendo dolor. ¡Un abrazo!

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