Caida

¿Como podría explicártelo

Y aunque se que me entiendes, como pocas personas en este mundo, quizás incluso seas la unica….me cuesta explicártelo.

Veras, había pensado incluso en llamarte, o enviarte un audio,una carta, que se yo, pero al final, me he decidido por este medio, en el que, en un momento dado puedo rectificar alguna que otra expresión, quizas darle una visión mas centrada, mas certera, mas sincera…pero se que no puedo escribirte de otra forma.

A lo largo de mi vida, ha habido no pocas veces en las que mis músculos han estado al borde del colapso, me temblaban todos y cada uno de los músculos cuando hice la locura, tenia 19 años, de una marcha en la mili que la llamaban, por algo seria, como la machacadora, no es cuestión de decirte cuantos kilómetros y en que condiciones, pero para darte una idea, salimos del cuartel 120 y llegamos solo ocho,eso si, todo para conseguir un permiso de 10 días, en otra ocasión, en mi época de Cruz Roja, estuve mas de 48 horas sin dormir ni descansar, cuando vino el Papa Juan Pablo II y se tuvo que habilitar todo un dispositivo de prevención, un fin de semana que aun recuerda mi progenitora como el día que llegue a casa en ambulancia y una neumonía de caballo…

Luego ha habido otras en las que yo mismo me he llevado al limite, algunas de ellas en solitario, con el miedo pugnando salir en un grito de miedo y rabia, limites creados en poner los pies firmes en el suelo y no moverlos, pasara lo que pasara, en días y meses de aceptar situaciones que me arañaban lo mas profundo de mi, en creer lo que no era, lo que nunca fui, pero que en ocasiones me llegue a creer que era parte de mi.

Podría contarte mil y un momentos de miedo, de rechazo, de frustración, de dudas, de….

Pero siempre acababa levantándome, con dolor en las piernas, con agujetas en las pestañas, con rabia por no querer admitir lo que decían de mi incluso, pero sin saber como defenderme.

Hasta este viaje a esta que es mi isla… mi rincón… donde, cuando me preguntan el porque, siempre digo y ha sido profética, suelo venir desde hace unos años, para cargar pilas.

Ha sido en un sendero, uno de los que suelo recorrer, solo, cuando caí, quizás porque tropezara, quizás porque me fallo la rodilla esta que me tiene ultimamente algo desanimado,en fin, lo cierto es que cai y al no poder levantarme porque no tenia fuerzas para ello, suspirar y resignarme a descansar un poco, me gire y mire el océano que saltaba entre las rocas, empujado por ese viento que casi me había hecho cerrar los ojos cuando se giraba en mi direccion, las mismas rocas que había tenido que dejar al ver como el agua subía por la marea, y ahí, en ese momento, no se como surgio… llore, llore como no recordaba haberlo hecho en mucho tiempo, exclame insultos a todos los dioses creados o inventados, grite de rabia, chille nombres de quienes habían estado en mi vida, buenos, malos, con razón, sin ella, no discrimine, al fin y al cabo, todos y cada uno de ellos, eran temas pendientes.

Me dolía cada parte de mi, y no podía diferenciar que era lo que mas me ocasionaba dolor, si una simple y enorme agujeta que cubría todos y cada uno de mis músculos, incluso aquellos que desconozco, o si mas bien estaba quejándome por las oportunidades que creía que había perdido, por todos esos momentos que, en algún momento pensé… y si…en todas las decisiones que tome, pensadas, meditadas, impulsivas la gran mayoría, dictadas por la emoción del instante en que tenia que decidir.

Vinieron a mi cabeza mil y una imágenes, escenas como de una película, pero en la que yo era el protagonista, el villano en algunas, el malo, el tonto infeliz del que todo el mundo se aprovecha, el héroe en otras, y en cada imagen, mi llanto no dejaba de seguir, notaba como mi pulso era tan acelerado como el día que me anunciaron que era el responsable de una criatura que, con el tiempo, me daría las mas grandes satisfacciones de mi vida, mi hija, una parte de mi.

Cerro la noche sobre mi, el viento no dejaba de soplar de forma urgente, las olas no cejaban de saltar y yo seguía ahí, sentado o mas bien, casi tumbado en una pequeña roca, gritando en ocasiones, y ya me iba tocando, sollozando de forma mas sosegada.

Y ahí aparecieron un sinfín de caras, de gestos, de sonrisas, de caricias que aun perduraban en mi memoria, surgieron momentos que… me dieron vida, aparecieron los instantes en los que ansiaba dar lo mejor de mi… para ti, recordé susurros que dedique, silencios con los que acompañe, recordé que había estado ahí, quizás por un azar de la fortuna o quizás por que el destino ya me había colocado en ese instante determinado.

No me preguntes que hora era, solo se que en algun momento, se que deje de llorar, se que mire al suelo sin verlo por la oscuridad que me rodeaba, se que me dije que me tocaba levantarme, no por ti, no por ella, ni por nadie mas en particular que yo mismo, porque ahí, en ese instante , supe que solo yo decidiré cuando rendirme.

Dolía, ¡¡Joder como dolía!!, cada paso que daba, cada tropiezo que daba en una oscuridad que podría haber evitado, pero que no quise, no es que no recordara que llevaba algo para alumbrar el camino, sino que decidí que no, había tomado una decisión irracional, ilógica y cualquier otra consideración que puedas pensar, todas y cada una de ellas las tuve en cuenta, en algo mas de… ¿seis milesimas de segundo?.

Me dolía cada paso, aun tengo dolor hoy en todos y cada uno de los sistemas de mi cuerpo, pero me he permitido el lujo de mirarme, de verme como nunca lo había hecho.

Creo que podrías llamarlo resaca, aun tengo la resaca de unas horas en las que simplemente, caí, agotado, exhausto, sin fuerzas, sin ganas de vivir, sin creer que tuviera motivos para el siguiente paso, pero como en tantas otras ocasiones, nunca con esta fuerza he de admitir, he vuelto a levantarme.

Quizas por eso este es el mejor final que puedo decirte.

Porque para ti…

Sigo aquí.

15 comentarios en “Caida

  1. Majo

    Siempre tan hábil para conectar con el lector y llevarnos a tu mundo, para transmitir aquello que sentiste y narrar un trocito de vida que conmueve . Deseo … mejor «exijo» 😉que sigas durante mucho, mucho tiempo!! Enhorabuena por tu trabajo!!

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  2. Jordi, yo vivo tu caída y hago empatía. Eso le da un valor literario a tu texto, un minimalista extraordinario. Yo no puedo describir mis dolores, la única vez que recuerdo haberme levantado del suelo por otras personas fue por mis hijos. Las demás solo pienso en mi. Abrazos 🙏❤️

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