Ha sido un día extraño el de hoy, mi primer día de descanso tras este viaje que emprendía a Sao Tome, mi primer destino al extranjero, fuera de mi zona habitual de pasar las vacaciones, y bueno, han sido, creo yo, que una muy buena idea, llegar con todo aquello que he llegado a experimentar y volcarme, de una manera casi frenética, en una larga semana de trabajo, que, para que engañarme, ha sido caótico, intenso, lleno de incidencias continuas…una locura, y es algo que viene al pelo, cuando lo que hago es ganarme la vida como auxiliar en una planta siquiátrica.
Hace solo un par de semanas atrás me quede tirado en esos taxis que solo arrancan cuando ya están llenos, compartiendo cinco plazas en teoría con no menos de siete, seis saomatenses negros como el tizón con un blanco que les saca una cabeza y que ademas, pues eso, tiene blanca ya hasta la barba.
Como te digo, el taxi lleno, una criatura que nos íbamos pasando de brazo en brazo a ver si era posible que, casualidades de los bebes, estuviera cómodo y callado en uno de nosotros, cuando escuchamos un ruido mas raro aun, créeme, el conducir con estos coches es una sinfonía de ruidos extraños que te hacen preguntarte en que momento se desmontaran en mil pedazos.
Pues eso, que se para el taxi, y, lo se, en las películas suele acontecer ese silencio incomodo que te hace preguntar, ahí sentado en la butaca, que seguro que pasara algo en breve.
Pues no¡¡¡
Aquí lo que se liá es una mezcla de portugués, el criollo que hablan ellos y el castellano mio, en decir, en mi caso al menos, un sonoro…¿que demonios pasa ahora?.
Lo de demonios lo he cambiado, cuando en realidad dije…pues eso, mi parte anatómica favorita, pero es que queda un poco guarrillo ¿no?.
Como en un puzzle de esos que desmontas pieza a pieza, vamos saliendo del taxi y solo acabamos de entrever, que ya es casi noche, una columna de humo que surge del capo del taxi.
Nos reunimos alrededor del conductor, bueno, ellos se reúnen, yo me mantengo un poco al margen, porque entre mi total y habitual desconocimiento de un motor y que no quiero estar cerca de algo que, a todas luces, parece que fuera a explotar…bueno, creo que es mas sensato dejarlo a los profesionales.
En estos días que llevo en la isla, el idioma me ha causado no pocos altibajos,by bueno, el verte abocado a intentar con todas tus fuerzas hacerte entender…ayuda, no mucho ¿eh?, pero algo he aprendido al oírlos hablar, y capto algo así como que le falta agua, que si la cuerda que le habían colocado como correa ya se ha roto, que si el freno se ha quemado…yo creo que hay demasiado exceso de información para mi y mi confianza en estos trastos.
Pero ya se ha hecho noche cerrada.
Imaginate la situación, lo de la noche es fácil que te sitúes, quizás el resto, sea algo mas, no se, intentare definirtelo.
Es noche cerrada como el tizón salvo por ese medio millón de estrellas que hay en el cielo.
En ambos lados de la carretera, perdón, carretera en el mapa y en la wikipedia, aquí lo llamaríamos carretera porque no hay hierbas y con cada socavón que..en fin, que a cada margen, no hay las farolas de luz con las que estoy tan acostumbrado, nooooo, como se que tampoco hay puestos de SOS para llamar a una grúa, una asistencia…¿te he dicho que apenas hay seguros?, pues eso también, sabes que no va a venir ningún coche de asistencia ni nada parecido.
Y para rematarlo….a 45 cms del borde de la carretera….esta la selva.
Si señoras y señores, tengo la selva a ambos lados del taxi.
¿Que demonios vamos ha hacer…?
Creo que me están llamando y…¡¡Ostras!!, se están metiendo dentro de la selva, una selva llena de una multitud de animales peligrosisimos y monstruos acechando en la oscuridad…vaya película que me estoy montando.
Pero no, acabo de entender y es un adjetivo muy agradecido, que pasaremos la noche durmiendo en la selva, porque el “servicio de asistencias, el primo del conductor”, no puede venir hasta la mañana, y entre un extremo y el otro de la carretera, los siguientes pueblos están a unos pocos km, los suficientes para que , ellos tienen mas experiencia, consideren que no vale la pena andar.
Ya sabes, no puedo hablar mucho, pero en cambio hacer…así que me acerco a ellos y les ayudo a llevar los bultos que se acumulan, no solo en el maletero sino también encima del techo del coche y dentro, no nos olvidemos del interor del coche, que entre un rincon y otro rincon de las piernas, han entrado algún que otro fardo de ropa o comida, cerca de donde se ha decidido pasar la noche.
Se que me están mirando…raro, quizás porque solo asiento con la cabeza cuando les pido que me den mas maletas, bolsas y fardos de ropa para llevar, y créeme, no es por fardar, pero aun puedo hacer bien el burro.
Ya estamos todos juntos, bueno, eso creo, porque te aseguro que lo de la noche cerrada y oscura como el carbón es quedarse corto, apenas les veo a ellos, salvo cuando les oigo reírse.
Se ríen continuamente, así como están serios, son de carácter reservado al pasar por su lado, pero si les saludas, si les sonríes, si les das la mano cuando has acabado de comprar algo, un trozo de pincho de pollo, creo que es pollo vamos, unas pocas bananas pan, no se, les haces ver que si, eres un turista, pero tambien alguien que no les mira y les juzga por encima del hombro, que solo te distancia de ellos, pues eso, la distancia de nacimiento, que no somos muy diferentes, que nos gustan las mismas cosas, que nos invaden los mismos miedos, que nos enfrentamos a retos diferentes eso si, pero que en cambio, ambos tenemos los mismos deseos simples de ver como transcurren los días con la esperanza de que, todos y cada uno de ellos, no nos depare tristeza e infortunio, ellos te sonrien con una de las sonrisas mas sinceras que pudieras llegar a imaginarte.
Pero te contaba que llevaba las maletas, y mientras, al parecer, ha habido un par de valientes que se han adentrado en la oscuridad de la selva, para recolectar un poco de leña, algo de comida, si señorita, están buscando cocos, mangos, fruto-pan, o al menos lo he entendido así, bananas….que se yo.
Mientras, las tres mujeres que me acompañaban en este viaje, una de ellas con el bebe a su espalda en un fardo, están preparando parte de lo que han traído los que habían salido a recolectar, yo hubiera dicho pillar, pero queda mejor así.
Toca hacer fuego, y que quieras que te diga, salvo si utilizo el mechero, si es por mi, me como la comida cruda, pero en esta ocasión, parece ser que hay problemas, la madera, las cortezas que están utilizando están húmedas por las ultimas lluvias, y no me preguntes como lo están haciendo, pero el fuego no acaba de prenderse.
Sigo sin ver sus caras, pero no es fácil adivinar parte de su frustración, así que…¡¡¡joder!!!, perdón, se me ha escapado.
Voy a mi mochila y al rebuscar esperanzado….¡¡¡lo encontré!!!
Creo que si les pudiera ver la cara, pensarían que estoy loco, porque estoy gritando de alegría, porque, mi hija lo sabe, ni siquiera cuando voy al Hierro, cuando cojo una mochila para ir de excursión, cuando…en fin, siempre que salgo, meto en la mochila un cuchillo con pedernal, es decir, una yesca para encender.
No se, quizás mis recuerdos de cuando era mas joven…quizás demasiados capítulos de Frank de la jungla, aun cuando ya llevaba artilugios de estos, mucho antes de verlo a el, quizás mi etapa en la mili, películas de Rambo, no se que razón hay, pero siempre lo llevo encima cuando me surge, pues algo así, una aventura.
Se que me están mirando muy fijamente, no puedo decirles que voy a intentar hacer fuego de una forma distinta a la de ellos, pero lo notan, lo ven, lo perciben, así que me dejan cierto espacio y al girar la cabeza…me parece ver como la niña que, apenas una hora antes se me había quedado dormida en mis brazos, me esta mirando.
Si lo se, no les veo la cara a ellos y creo ver como una pequeñaja me esta mirando, pero ¡¡ puñetas!! estoy convencido de ello.
Preparo la leña, busco las toallitas con alcohol que llevo para limpiar las lentes de la cámara y…Voila¡¡, surgen las chispas y se prende el fuego.
Madre miá….creo que casi me sacan un hombro del sitio de las palmadas que me dan como agradecimiento, sonrisas por todo a mi alrededor que por fin puedo volver a ver, risas por como me dejo caer sentado en el suelo, ya sabes, muy ágil no es que sea, y nada, tenemos fuego.
¿El resto?
Poco queda para la imaginación, un techado con hojas de banano para las mujeres y la niña, y los hombres y el turista blanco, alrededor del fuego, contándose historias, de las que solo recuerdo tres palabras justas, y una sensación de bienestar, de sentirme parte de un todo, que hacia décadas que no sentía.
Fumamos, compartimos el tabaco de pipa que llevaba y se sorprendían por lo fuerte, para ellos, que es, no paraban de reírse del chiste que, lo repito hasta la saciedad en esta isla en la que tantas mujeres hay, que no quiero mas “mulheres”, que ya llevo cuatro y que ya estoy cansado, que solo dan “ dor de cabeça”, que ya soy “muito velho”, y que bueno, una de las que creía que estaba durmiendo dice algo que les hace reírse aun mas fuerte y que, tras mi cara de sorpresa, mas o menos entiendo como que “será muito antigo, mas se for tão forte em todos os lugares…”, joder, ponerme rojo a estas alturas de mi vida…pero es así, y he de reconocer que hay cierta calidez que me invade, quizás porque, sin saberlo ella, me acaba de hacer el mas sincero piropo que hubiera podido creer o merecer en mucho tiempo.
La noche transcurre entre charlas menos resonantes y al poco ya estamos todos durmiendo, tres saomatenses y un turista blanco, durmiendo en un suelo , al que han recubierto de hojas y del cual, no puedo engañarme, creía que iba a estar incomodo y, no sabría explicártelo, pero he dormido de lujo.
Mañana….
Mañana volverá a surgir el sol, volveremos cada uno al destino que teníamos fijado cuando volvíamos, pero hay algo seguro…una fogata, unas risas, un vino de palma y una buena pipa, han unido de una forma intima e increíble a siete desconocidos y un bebe, que solo se durmió cuando le cantaba….alza tu cerveza, brinda por la libertad, bebe y vente de fiestaaaa, el infierno es este bar¡¡¡¡.
Flojito, eso si, se lo cantaba flojito.
¡Qué aventura!
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Siiiiiiiiii y que aun recuerdo con cierta nostalgia la verdad.
Pero gracias por tus palabras.
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Pero una noche para recordar!! 🍻
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