Sao Tome II

Aun tengo presente la primera mañana después de mi llegada, esa sensación que tenia al salir por las puertas del hotel y adentrarme en un lugar tan sorprendente como inimaginable para mi.

Lo que mas me choco, lo que mas me impacto fue que apenas reparaban en mi, no es que no se fijaran ni miraran, no, pero no sabia como interpretar que pasara por su lado y solo surgiera un…Bon día… sin mas.

Supongo que poco a poco, mi confianza y mis temores fueron apartándose, y aun mas cuando entre en el primer bar,de los típicos de aquí y me atreví a pedir una cerveza.

Miradas de reojo, conversaciones en las cuales entendía una palabra de cada diez…y poco a poco comencé a verlas cosas de otra manera.

Ahí estaba, lo había conseguido, me había atrevido a salir, así que, quizás por el efecto de la cerveza, son de medio litro, al salir del bar y pararse una de estas innumerables motos taxi que te llevan a todos sitios, preguntarme si quería ir a algún sitio, me surgió nombrar la plaza del mercado.

Buenooooo, para que mas, recuerdo como se reía y me decía, de la forma mas expresiva que puedas imaginarte y aun cuando no le entendía nada, por lo rápido que hablan….que estaba ya en la plaza del mercado¡¡¡.

Ni puñetera idea de donde me encontraba.

Así que puse cara de circunstancias y le pregunte por el malecón, otro de los sitios que quería ver y ahí acerté, al menos puso cara mas seria y comenzamos a negociar el precio, lo de negociar es relativo, porque no es que se estile el regateo, yo al menos no lo he utilizado, en fin, que ya me ves ahí, montado en moto, con la frase que luego se repetiría muy a menudo y en cada ocasion en que utilice este particular servicio..e muito grande…no creo que tenga que traducirtelo verdad?.

He llegado a coger mas de un servicio de estos, así como los taxis, estos ya parecen mas a lo que su nombre indica, como te decía, he llegado a coger unos taxis que me han llevado a los lugares mas especiales de esta isla, eso si, hasta que el taxi no esta lleno…no sale, algo que has de acostumbrarte, así como me sorprendió el lema o mantra que ellos nombran, el leve – leve, o algo así como …tranquilooooo, no hay prisa.

Mi segundo día fue toda una serie de descubrimientos que me saturaban la razón, incluso me acuerdo de haberte escrito o enviado un mensaje de voz, porque estaba…lleno de sensaciones, era y es, aun ahora y sabiéndome mas preparado, toda una vorágine de aspectos nuevos, no ya tanto personales, que lo han sido y mucho, sino también de reconocer el punto de vida que poseo en la actualidad, aquellas cosas que uno no le da importancia, y que aquí, bueno, aquí seria uno el rey de Sao Tome.

Recuerdo que mi taxista, que por cierto íbamos sin casco, adelantando a base de pitos y gritando y saludando por doquier a cuantos pasaban, me preguntaba, en ese portugués que, ahora que estoy a breves días de irme, comienzo a entender, pero que ese día, nada de nada, pues eso, me preguntaba de donde venia y al decir España, solo se le ocurría nombrarme al Madrid o al Barcelona…

¿Primera vez en Sao Tome?, eso lo entendí a la primera, y le dije que si, se limito a sonreír, cobrarme los apenas dos euros al cambio por cerca de veinte minutos de carrera, y decirme que repetiría, que volvería a venir a este país.

Se fue, apenas dos metros mas adelante, una de las matronas tipicas de aquí le hizo una señal, y se acerco para cargar su compra y llevarla a su destino.

Me atreví a comer en una especie de barbacoa hecha con medio bidón de gasolina y unos hierros, algo que luego repetiría hasta la saciedad, la banana pan y un pincho de carne de…ni pregunte.

Sera el hambre, serán las especias, serán los nervios, pero ¡¡¡joder!!!, que bueno estaba.

Mi primer día en Sao Tome…fue el inicio de una verdadera aventura para mi y, porque no decirlo, me alegro de haberme atrevido.