Olvidar

Llevo tiempo dando vueltas a la cabeza un pensamiento, uno creado por mi mismo y por lo que me rodea, un pensamiento sobre las relaciones, por como se afrontan, por lo que es mas sano, por lo que es mas, mas, ¡¡ puñetas!!, por lo que sea.

Has de entender que todo esto viene dado por ti, por como estoy afrontando, creyendo en lo correcto de mis actos, en la conviccion de que así, solo así, podremos, no pasar pagina, sino escribir una de nueva, o varias, quien sabe.

Salimos con alguien, somos felices, nos complementamos, nos apoyamos, llegamos a acuerdos para no ser quien siempre cede, no se, las relaciones son complicadas, que puedo contarte que no sepas, pero en algún momento, sea la rutina, el hastió, el enfado que no se supo gestionar, o sencillamente, que el tiempo ha pasado su factura, dicha relación cambia, ha de cambiar, ha de madurar, avanzar, crear nuevos objetivos, quizás nuevos proyectos de futuro, pero también, en ese cambio esta la finalización de lo que ambos habíais esperado, y es entonces cuando surge este dilema mio, uno que, de tanto mirar a mi alrededor, veo que soy, no se si afortunado, un bicho raro, o sencillamente, y aquí esta mi vena especial, no soler comulgar con lo establecido.

Todos hemos conocido a parejas que han roto, y casi todos, porque me niego a creer que tu y yo seamos los únicos, casi todos, actúan de la misma forma… negando la existencia del otro, se quitan fotos, se cortan imágenes en las que ambos salían, se retiran o tiran recuerdos de viajes juntos, se niega la existencia del otro, es como si al no existir prueba de ello, no hubiera pasado nada, como si con ello, el dolor de la perdida de esa relación, fuera mas llevadera, negamos hablar con amigos de ambos, quizás incluso ya ni les saludemos, borramos teléfonos, y en esta especial época de aplicaciones sociales, bueno, aquí es algo mas… no se, fácil, complicado, mas aun si somos de aquellos que plasman cada poco, todo aquello que están comiendo, viendo en la tele o simplemente colgando la imagen de uno caminando por la calle, en fin, en esta especial época, quizás sea mas fácil, porque no hay mejor manera de olvidar algo que saturando de imágenes continuas, y aun así, no me digas que consigues dejar de olvidar a esa persona, porque no es así.

Hay relaciones que no es que acaben mal, es que ya de entrada llevaban mal mucho tiempo y por no ser sinceros con nosotros mismos, por miedo a una soledad que nos creemos demasiado horrible, solemos aguantar, como se suele decir, carros y carretas, y has de creer que no busco un culpable, porque ambos, en toda relación, por uno u otro motivo, tienen parte de esa culpa.

Pero me niego a olvidar lo que alguien, durante un tiempo, ha formado parte de mi, recordar lo bueno, lo increíble que fue, me apacigua ese dolor que me invade al acudir algún recuerdo, me niego a creer que haciendo tabla rasa, todo quede finiquitado, listo para el siguiente, si llegara el animo para ello, me niego a quitar de la estantería de mis recuerdos, la estantería en la que guardo todo lo que soy, las fotos que ambos nos hicimos, las cenas que tomamos, los paseos, las charlas de un futuro que nunca llegaría, pero que desconocíamos que pudiera ocurrir, me niego a aparentar que estoy bien porque no hablo de lo que paso, me niego a eso y a mas aun.

Entenderás porque, al llamarme para hablar, no te dijera que no, como es lo que habitualmente ambos sabemos que nos dirían que era lo mas correcto, pero si hay algo que siempre creí, algo que creo que toda relación ha de creer, es que ambos no somos como el resto, ni nuestra relación lo era, porque era tan especial como ambos creímos que lo era, un poco liado pero creo que me entiendes, en fin, por todo ello, a día de hoy, puedo decir con orgullo, que hablo contigo, que ya no somos pareja dirán algunos, pero me temo que todos ellos, no han buscado suficiente en el diccionario, porque una relación es mucho mas que una pareja, es un todo, es un confiar en lo bueno que ambos hacíamos, en seguir preocupándonos por el otro, en su justa medida es verdad, pero no ignorar al otro, dar un paso hacia delante, crear una nueva manera de ser el uno con el otro, no restar, sino seguir sumando, seguir creyendo que ambos no merecemos un olvido.

No es fácil, eso seguro, pero a diferencia de otros, yo nunca me avergonzare de haber estado ahí, de lo que hice y con quien lo hice, porque, entre otras muchas cosas de mi vida, han formado parte de lo que soy, de lo que quiero y de lo que quizás seré, y eso es, para mi al menos, uno de mis pilares.