Un alma gemela

A estas alturas…digamos que es poco frecuente que me lleve alguna sorpresa en un día a día corriente, y como que ya tiene uno instaurado cierto piloto automático en lo que concierne al trabajo, a tu tiempo libre, a tus momentos particulares, digamos que tiene uno cierta rutina que le da aquella paz que antaño no creías posible conseguir, así que..

¿Porque demonios has aparecido?

Y aun mas…dime como es posible que las frases las acabemos a la vez, que en las ocasiones que ambos coincidimos, en el trabajo principalmente, solo nos basten unas breves miradas para que uno siga al otro, sin preguntas, sin dudas…como demonios puede ser que a ambos nos gusten los silencios que genera una puesta de sol, el sabor de una fría cerveza, vernos reflejados en aquellos impulsos vitales que nos definen y en los que nos vemos tan identificados, los te quiero susurrados que nos contamos haber dicho y a quienes se los dedicamos, que a los dos nos apasione tanto el vivir en resumen…

Alma vieja…fue lo primero que me surgió al saber mas de ti, al darme cuenta de que dentro de ti se escondían mil vidas pasadas, yo, que nunca creía en todo eso, que he sido el hombre mas racional del mundo mundial, el que no creía ni en el destino, ni el hilo rojo ese ni en nada de nada que no fuera simplemente lo objetivable… tuve que desdecirme a mi mismo y rectificar lo equivocado que estaba, porque en una ocasión vi a la aventurera, compartiendo con el mundo las glorias de conocer tierras lejanas, desconocidas antes de tu llegada, hechicera en un pasado distante y remoto, chaman en tierras que aun no habían adquirido su forma actual, sacerdotisa incluso de quienes acudían para su sanación, en otras vi a la guerrera que se erguía delante de las huestes enemigas, a pie firme mientras sonreía brevemente sabiendo lo efímero del encuentro que siguiera a continuación y aun así…aun así estabas ahí, a pie firme, sonriendo, y en el presente conocí a quien se había reencarnado después de diferentes vidas, y a quien tuve el privilegio de conocer…

Y hoy, en mi presente… la enfermera que eres, aquella que con la mirada sonriente, con la voz serena y severa cuando toca serlo, aquella que empatiza de una forma única y privilegiada para quienes estamos a tu lado, aprendiendo en cada ocasión que nos permitimos ver mas allá de una mirada que nos piden que le escuchemos, que no quieren sentirse juzgados, porque en ocasiones ellos ya son el mas estricto y severo juez, jurado y verdugo.

Te he bautizado así, alma vieja, porque en mas de una ocasión he visto parte de tus vidas pasadas, me he sentido identificado con alguna de ellas, me he sentido… casi hermanado con ellas, como ambos hubiéramos compartido alguna que otra vida pasada, ya ves, el mas descreído del mundo con eso, y aquí me tienes barajando la posibilidad de haber estado ya antes contigo, ya sea en una batalla ya sea en un viaje a lo desconocido.

Porque has de saber una cosa, si en algún momento he de escoger con quien quiero vivir esta etapa vital mia, de la forma mas intensa, mas real, mas plena y mas…mas, creeme que seria contigo, con una caja de cervezas y una puesta de sol que nunca acabase…

¿Sabes ya quien eres?

La sonrisa que turba y atempera el animo de los dias de locura…

La mirada que ofrece esperanzas…

La sanadora de instantes…

Pero por si acaso aun no lo tenias claro… aquella que buscaria en mil mundos y durante diez mil vidas.