Un tio serio

Soy alguien serio, o como tal me lo tomo, no porque no me ria, lo hago y mucho de mi mismo, pero si que es cierto, que en mi andar diario, soy de rictus serio, que permanezco bastante tiempo inmutable a lo que acontezca a mi alrededor, que quizás incluso, cuando no se me conoce, hasta de bastante insulso.

Y resulta, que este fin de semana, en una nueva planta que me ha tocado trabajar, un puñado de compañeras, que no me conocen en realidad, se han pasado el rato interrogándome, sacando sus propias conclusiones, leyendo algún que otro post de los que escrito, riéndose de mi seriedad y han llegado a la curiosa conclusión, de que en realidad, soy un romantico.

Si, ya lo se, ¿romántico yo?

Pero resulta que lo soy, si como tal defines a alguien aun con ganas de encontrar ese cosquilleo en el estomago tras una sonrisa al otro lado de una mesa de bar, un banco mas lejano del mio en un parque, o quizás el asiento de enfrente del metro, alguien que recuerda los Puentes de Madison como una buena película, alguien que gusta de rozar cada día, brevemente, una piel deseada, alguien que sigue soñando, que cree que nunca es tarde, que las cosas tienen un precio por algo, y que ese precio, valorado en cicatrices y sinsabores, esta mas que dispuesto a seguir pagando, al menos mientras le sigan quedando crédito en su monedero personal, alguien que sigue creyendo en elfos, unicornios, en tiempos pasados y nunca olvidados, alguien que sigue creyendo en el futuro, en el que vendrá y en que sigue esperándolo con los brazos abiertos, alguien siempre con miedo, un miedo atroz, del que no puede contar a casi nadie, un miedo que no le impide seguirte viéndote, seguir escribiéndote, a pesar de que solo hemos, somos y seremos amigos, por diez mil vidas y un millón de mundos.

Ya me ha ocurrido, el tiempo y las oportunidades, el mundo que me rodea, incluso lo correcto que rige el día a día, todo eso y mas, ya me dicen que quizás estoy equivocado, que quizás debería ser mas pragmático, mas real con la verdad de la vida, que para todo hay un tiempo y un momento, y que no podemos cambiar el orden cósmico, la linea prefijada al nacer, la carta astral diseñada por vete tu que dioses a saber, en fin, que no, que todo eso son tonterías y que he de sentar la cabeza.

¿Sentar la cabeza?, hum, suena complicado, básicamente porque si pudiera hacerlo, algo increíble dado mi absoluta falta de equilibrio, quedaría algo así como muy raro, con toda la cara roja por el esfuerzo y las piernas allá arriba, moviéndose frenéticas para conservar un mínimo de estabilidad.

Así que, voy ha hacer caso a la madre naturaleza y voy a poner la cabeza donde debe estar, sobre mis hombros, estos encima de las piernas, y estas encima de los pies, los que me permiten seguir, paso a paso, por estos caminos, senderos o autopistas, llegando a peajes para repostar fuerzas, a encrucijadas dudosas de escoger, a destinos desconocidos, en los que permanezco siempre algún tiempo sin determinar, investigando, probando, soñando quizás que es mi ultima búsqueda o quizás, mi mas y mejor encuentro, el definitivo.

Voy ha hacer caso a lo que, en mi interior bulle, una insaciable curiosidad por aprender, por creer que sigo mereciendo mucho mas, por seguir creyendo en fantasías, por no perder parte de ese niño que muchos siguen criticándome, por tantas y tantas cosas mas que podrías decir de mi.

Total, voy a seguir siendo yo mismo, serio, cabezota, insulso, romántico, tenaz, curioso…podrías incluso poner tu algún que otro adjetivo.