Cemento en ocasiones, piedra en otras, hierro y madera, o quizas combinandolas, no recuerdo exactamente de cuantas formas, me he sentado en un banco, en parques, aceras incluso, con el sol calentandote suavemente en ocasiones, queriendo leer algo imposible por el resplandor del dia, con la sensacion de frio acompañandote desde las piernas hasta mas arriba en grises tardes de invierno e incluso, no muchas veces es verdad, dejando que la lluvia empapara el paraguas y mis pies no cubiertos.
En esos bancos he sonreido al ver cruzar mil y un personajes distintos, desde la pareja de jovenes que aun no han practicado lo suficiente como cojerse de las manos, hasta ese niño que ha salido corriendo al escape, al fijarse que sus padres habian descuidado brevemente y por un instante, de vigilarlo, con esa cara radiante de curiosidad por la libertad conseguida, la pareja, sin importar la edad que ambos suman, hablando, la cara de el o ella, atenta en ocasiones, hastiado y aburrido en otras, y tambien, como no, gente solitaria, con mil y un pensamientos hirviendo dentro de ellos, sentados, reclinados, con la mirada presta por si aparece, con la mirada perdida, con la mirada cerrada.
Si, me gustan los parques en los que hay buenos bancos, aquellos que estan llenos de pintadas, de grafitis de corazones, de fechas y nombres sin sentido salvo para aquel que quiso que nunca se olvidara un momento, que cuando los rozas con los dedos aun notas el temblor de aquel que lo escribio…….
Sentado en ellos he visto como la luz el dia corria a esconderse tras ver que se acercaba la luna, he visto como la luna desaparecia entre las nubes, como se oscurecia todo lo que me rodeaba, salvo el punto de su cara en el que estaba pendiente mientras me seguia hablando, en ellos, en esos bancos, he visto como amanecia un dia de invierno, como se deshacia la escarcha, he visto como despertaba una ciudad mientras la otra, aquella que me habia acompañado por la noche, se guardaba en sus casas.
Si, siempre me han gustado los bancos.
Los bancos son sabios, testigos mudos de tantas historias…
Que bonito lo cuentas ¡¡
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Gracias¡¡¡¡ te agradezco el cumplido.
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Menos mal que no fue un banco comercial. Siempre tenemos un lugar donde hemos pasado momentos interesante en nuestra vida. Tu relato es estupendo, lleno de mucha poesía.
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Muchas gracias¡¡¡, siempre es de agradecer que algo de no haya llegado con las ganas con las que se escribió.
Un saludo
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Me gustaría escribir algo parecido a lo tuyo pero con otro objeto. Suena interesante este concepto que le diste.
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Gracias¡¡¡¡
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Mí abuela decía, de tanto en tanto siéntate en el banco de una plaza, y observa el mundo pasar, aprenderás mucho…Tu relato me llevó a ese tiempo, hace 30 años. Gracias.
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Vaya…no se que decirte, salvo gracias, muchas y muchas gracias.
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