Lo que yo haria

En mí ultimo post, escrito, relato corto, en fin, lo último que colgue en la red, planteaba una pregunta nada original, el que haría uno si supiera cuándo ha de dejar este mundo y me sorprendió la cantidad de respuestas que se dijeron, sorpresa más que agradable, porque me daban pie para este post, sorpresa porque me hacían ver otras perspectivas, otros motivos incluso para apreciar lo que tengo en la actualidad, lo que quisiera conseguir, lo que me gustaría mantener e incluso, apreciar aquello que no me daba cuenta de lo afortunado que era de poseer.

Y aquí me tenéis, sincerándome conmigo mismo e intentando, tras muchas tardes contemplando esta hoja en blanco virtual, plasmar aquello que yo haría, si tuviera la suerte, la desgracia, el infortunio o quizás el regalo de unos dioses desconocidos, de conocer mi día.

Me he planteado varias opciones, pronto, tarde o muy tarde jajajaja, pero en realidad… poco cambiaria, porque lo más importante seria, sin duda alguna lo que hubiera estado haciendo antes.

Entiéndeme, no se trata de saber en que día de la semana caerá mi deceso, quizás incluso ni la forma en que ocurriría, sino más bien que habría hecho hasta entonces, creo que nos engañamos en la creencia de que eso nunca llegara y dejamos para otro día, mil y una oportunidades.

Envidio la seguridad de ciertas culturas, en las que la muerte siempre esta presente, nunca disimulada ni ignorada, sino que aceptada, personas que viven el momento, que creen en planes de futuro, pero no solo para ellos, sino para los que vendrán después.

Y miro hacia atrás, miro mi vida anterior, aquella que he creado en recuerdos, en palabras que dije, en aquellas que nunca nombre, en todo aquello que compartí, en lo que hubiera querido compartir más aún, en lo que nunca podre conseguir, en las que hoy, sigo conquistando, en los nuevos retos, en desafíos sin conocer, en el nuevo miedo que surgirá tras el anochecer, en la esperanza de ver surgir el sol tras una tormenta…

Tengo la suerte de haber llegado a una cierta edad, aquella en la que miras atrás y juzgas, y lo haces de la forma más severa que existe, aquella que nace de tu propia sinceridad, sin menoscabo de engaño, una edad en la que admites aquellos defectos y no menos virtudes que llevas en tu interior.

Sea la fecha que fuese, dejaría como mínimo a una parte de mí, mi hija, alguien que convertirá, en la medida de sus posibilidades, un mundo mejor, sin añadir más adjetivos, alguien de sentirse orgulloso, dejaría también, de mi época joven e irresponsable, muchas oportunidades que se pudieron interrumpir, pero que la actuación del grupo en el que compartía los fines de semana, los evitábamos, la Cruz Roja de Montaña, La Alpina de Terrassa, dejaría también en el mundo virtual, todos aquellos textos que, para sorpresa mía, hay gente que encuentra lo suficientemente interesante para leer, comentar, opinar y llenarme de regocijo, dejaría gente que nunca conocí en persona, pero que los medios virtuales me han acercado a ellos hasta hacerlos familiares, dejaría un cuerpo vacío en el que la ciencia podría invertir partes de él para ver nuevos amaneceres, para participar en aquellas maratones que nunca hice, para dar segundas oportunidades…

Mañana, quizás el mes que viene, el año próximo, dentro de diez, de veinte… lo más importante, para mí, no es la fecha, sino la certeza de que llegara, así que, aquí me tienes, escribiendo que seguiré con esa puñetera curiosidad que me carcome por dentro, que seguiré siendo alguien que le cuesta, en ocasiones, poner filtro a sus opiniones, que seguiré siendo defensor de mil y una causas perdidas, que seguiré tirando por encima del hombro izquierdo diez mil sueños y que cargaré en el derecho un millón de nuevos, que seguiré mirando con envidia a esas parejas que caminan de la mano, que seguiré tomándome esa cerveza fría…despacio…con los ojos cerrados…con placer en suma, que seguiré disfrutando de lo que la vida me ofrece y de aquello que yo le doy a ella.

Mañana…

Quizás el mes que viene…

El año próximo…

Dentro de diez…

De veinte…