¿Que harias?

Si hay algo que me está sorprendiendo, sobre todo en este tramo vital mío, ha sido la creciente sensación de perdida de inmortalidad, ya no voy a vivir para siempre, ya no tendré la piel tersa y suave de como era a los veinte, ni tendré la fuerza de los treinta, ni el vigor de los treinta y tantos, y así podría seguir, principalmente por el alud de imágenes, de anuncios con productos que me devuelven diez años menos con una sola aplicación, de aquellos que me prometen una cabellera abundante, e incluso, cuando navegamos por internet, de pastillas milagrosas capaces de crear en nosotros, maravillas que ni siquiera, cuando uno podía físicamente, era capaz de conseguir, horas y más horas, quizás incluso queriendo batir el récord del mundo en esa especialidad, que seguro que lo habrá, porque para definir la estupidez humana, solo basta mirar de lo que somos capaces de considerar como récords.

Pero la ropa que compramos lleva una etiqueta de como lavarla, de la manera más correcta, la comida lleva su fecha de caducidad, la fruta tiene unos días de estar prieta y verde a estar floja y madura, los electrodomésticos necesitan de reparaciones en ocasiones, las casas en las que vivimos necesitan de revisiones, de capas de pintura, de muebles nuevos, en fin, todo lo organico e inorgánico, de metal o plastico, natural, artificial, mineral e incluso el mismo sol que nos calienta hasta decir ¡¡basta ya!! ¡¡que llegue el invierno!!, todos y cada uno de ellos… tiene fecha de caducidad.

Y claro, sorprende, desde esta humilde perspectiva, ver como nos empecinamos en no tener fecha de finalización de contrato, en actuar como siempre fuéramos a ser veinteañeros, treintañeros o el añero que le apetezca a uno, como si no fuera con nosotros, nos hemos convencido de que podemos modificar el ADN con que nacimos, en esa llamada doble hélice curva en la que tenemos la información de lo que seremos, de lo que padeceremos, e incluso, según los expertos, en lo que podría ser nuestro modo de finalizar nuestra propia existencia, nuestra muerte.

Primera vez que la empleo, palabra maldita en una sociedad en la que el aspecto es primordial, la juventud eterna y la arruga proscrita en las residencias o escondida en rincones, alejada de esta tendencia actual.

Pero ella esta aquí, taponando nuestras arterias, creando enfermedades por nuestra mala alimentación, por nuestros alimentos alterados, por modas insanas de comer esto o aquello otro, por modas que vienen y van, por tomar el sol, por no tomarlo, por ideas que no paramos a pensar y discutir la viabilidad de ellas, ella siempre esta ahí, paciente, a la espera, sin prisas, total, ¿por qué no dejarnos creer en una mentira?

Y yo estoy en ese momento… digamos que de vuelta de muchas cosas, en las que intento disfrutar de cada momento, en que valoro cada sonrisa que te puedan dedicar, en que cada canción que escucho la bailo dentro de mí, en los que cada jornada de trabajo me provoque más buenas que malas, en esos instantes que “pierdo” enviando mensajes de buenos días, en los que disfruto de una buena cerveza acompañándola con un buen libro, una mejor compañía y una aun mejor expectativa.

Breve es nuestro paso, y si eso no somos capaces de aceptar… nos perdemos, hemos perdido muchas cosas, muchos instantes para recordar, besos que nunca nos atrevimos, sonrisas que nunca dedicamos, bailes que nunca hicimos, letras que nunca escribimos en cartas que nunca nos atrevimos a mandar…

Si conocieras tu fecha… ¿Qué harías?

64 comentarios en “¿Que harias?

  1. Creo que la vida se volvería caos… Si mi fecha fuera hoy… Tal vez iría a follar a la mejor tía que los morlacos puedan pagar o iría a la playa a ver mi ultima puesta de sol para tener así un final tanto poético como simbólico, pero si fuera mañana tal vez escogería el mejor club nocturno para cerrarlo para mí, o viajaría a una playa paradisíaca para ver la mejor puesta de sol de mi vida… Sería un caos, porque dejaría de hacer lo que estoy haciendo, ni leería ni escribirle, simplemente disfrutaría mis últimos momentos… Pero si el tiempo es mayor que unos pocos días ya no sería tan simple dejarlo todo, si tengo que pagar cuentas no podría sacrificarlo todo en un día. Y si ocurre en varios años más, pfff, entonces tendría que seguir tal cual, trabajando, estudiando, amando, bailando, durmiendo, etc… Así que esa frase de vive hoy como si fuera tu último día, a mi no me representa, sólo me traería caos 😉

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    1. Bueno, antes que nada, gracias por comentar¡¡y de que manera!!, practicamente me das tema para un futuro post, y sin embargo, no te falta razon, depende de esa fecha, pero pagas cuentas…va ser que eso seria lo ultimo, aunque lo del club nocturno pinta muy bien¡¡¡

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    1. Araceli

      Estuve a punto de ser mi último dia, y que hice? agarrar a mi hija y decir a la mierda yo, mi hija no, ella tiene que seguir viviendo.
      El 25 /11/15 sufrí un grave accidente de coche, me rompi costillas, esternón, una brecha en la cabeza y las vertebras (llevo ocho tornillos con dos Plaquetas), todo para salvar a mi hija q perdió el conocimiento al instante, y ella solo tuvo una contractura cervical, y yo, 45 dias ingressada, de estos, 35 inmobilizada en una cama.
      Y aquí estoy, viviendo el dia a dia sin pensar si mañana estaré viva o no.
      naniit Jordi

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      1. SJC

        Que haria? Vaya pregunta…
        Creo que ademas de estar con mi gente en un intimo y amoroso contacto, dejaria escrito lo que quiza nunca pude expresar por pudor o por no considerarlo oportuno. Hablaria de mis errores , de mis actos fallidos, de mis amores ocultos y de los que no pudieron ser. Rendiria cuenta de mi vida en una apretada sintesis desnudandome por primera vez. Caerian las mascaras que use para vivir en sociedad y trataria de partir cual Machado, ligera de equipaje.
        Seria mi ultimo acto voluntario de mostrarme tal cual soy

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      1. Jaja bueno, hoy por la madrugada ha entrado un murciélago por mí ventana, creo que no a llegado a morderme por que del susto me desperte.
        Bueno estámos bien los dos: vos creaste algo que a mí me permitió pensar; cómo si estuviéramos haciendo un tejido. Vos te expresaste: no esperes menos de mí :).

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  2. Cada vez veo más importante el hecho de aceptarse a uno mismo tal y como es. Un principio que retroalimenta la felicidad de forma constante. Mi imagen me es bastante indiferente, si lo comparo con cualquier momento que pasó junto a mis hijos. Y oye, soy feliz, y mucho.
    Si conociera mi fecha de caducidad, invertiría todo mi tiempo en divertirme junto a mis pequeños y tratar de dejarles una huella imborrable.

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  3. Miguel Ángel R.

    He cuestionado, y lo sigo haciendo, muchas cosas relacionadas al tema que has escrito.
    No me voy a engañar con una fecha tentativa, con una caducidad o prescripción.
    La muerte es uno de esos temas que solo se delimitan al escribirlos, al hablarlos, al proceder al duelo, al ritual, pero solo es eso, un intento de de delimitar para tratar de comprendernos. Precisamente la muerte y la ausencia de un conocimiento completo y certero del futuro nos dan cuenta de que somos nosotros mismos un enigma que no tiene que ser resuelto a nivel emocional, a lo mucho la Filosofía y la Teología lo han hecho a nivel intelectual. Otros ya han hecho mucho en estos campos pero, a pesar de eso, el plano emocional de la pérdida total de sí y de los otros es inabarcable.
    Heidegger decía que la muerte es la última posibilidad de la imposibilidad.
    Esto es entendible, pero, ¿cómo se siente?

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    1. Me pillas saliendo de un turno, en un hospital, en que dicha cuestion se mantiene casi casi continua, y en el fondo, fecha exacta nunca la hay, pero si aproximada, asi que, tras unas cuantas ocasiones ultimas, en las que me he hecho la misma pregunta, y de la cual sin duda hare otro post, me encuentro como te digo, sorprendido por el alcance de un escrito, que como el resto, lo hago por terapia, como alternativa a una cerveza o un monton de pastillas.
      Y me sorprende de manera agradable la verdad, leer respuestas como la tuya, por lo que te lo agradezco.
      Heidegger…no se de que me suena, pero ya has creado la semilla de la curiosidad.
      Gracias por tus lineas, por tu tiempo y por tu opinion.
      Espero leerte en breve

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  4. Yo creo que somos duales, tenemos la edad que tenemos y la que sentimos por dentro que no es la misma. En cuanto a saber la fecha de caducidad, no me interesa, prefiero que esa fecha me sorprenda, para no dejar de hacer lo que hago, sonreír, leer, escribir, soñar, tantas cosas que no quiero dejar de hacer por mucho que me anuncien esa fecha. Gracias por tu visita a mi blog. Te seguiré leyendo. Un abrazo.

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  5. Fíjate Jordi que si supiera la fecha y fuese mañana, no cambiaría la cosas que hago. Se que después de los sesenta el hombre esta en la etapa de merecer -merecer un infarto, un cáncer, embolia etc- Asi, siempre tiene una la espada de Damocles encima. Horas antes, escribiría una serie de epitafios «Por favor no me den tanto café , que después no puedo dormir» Y si me dan ganas de llorar, lo haría solo, en silencio y viendo el paisaje que me rodea. Abrazo que mañana hará sol y una cerveza fría clama para que se la beban..

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    1. Me parece una reflexion genial y magnifica, y todo lo que este post que escribi, que surgio como casi siempre de un momento, vuestros comentarios, me estan dando energia para hacerme yo mismo la pregunta.
      Gracias por dedicarme tu tiempo y leer, y aun mas por merecer el comentario que me dedicas.
      Un saludo.
      Nos leemos

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    2. No diga esas cosas Señor Rubén , a los 60 le quedan todavía muchos años por delante y mucha vida . Mucho por descubrir, buenas personas por conocer y muchos , muchos momentos de felicidad. Para ello no hace falta ir muy lejos, a la vuelta de la esquina le espera lo que tanto ha anhelado , basta con agarrarlo y osar disfrutarlo🤗

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        1. Cierto, en el espacio del supón. Pero no era un consejo, no me lo permitiría ni podría hacerlo por desconocer ese estado. Era solo una manera espontánea de decirle que los 60 años me parecen una edad muy hermosa. Eso sí, vista desde aquí, desde mi observación sobre los hombres de esa edad que rodean mi cotidiano. ¡Los encuentro fascinantes!

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  6. Me dejaría balancear despreocupadamente por el amor sin miedo alguno a perderlo o verlo morir. Amaría egoístamente por mí y para mí .
    Degustaría ese amor a bocanadas , sin restricción , sin sosiego, y terminaría vistiéndome de él para mi último viaje.

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  7. Si supiera la fecha, creo que seguiría el tópico de hacer todo aquello que tienes pendiente (viajar a ciertos países, hacer alguna actividad poco común como saltar en paracaídas…), pero lo que haría seguro al 100%, es hacer una fiesta de agradecimientos con todas aquellas personas que no pueden faltar y han tenido influencia en ser como soy.
    De todos modos, me parece que las personas somos eternas, nuestro espíritu perdura en el recuerdo de las personas, nuestras acciones, escritos… vivimos más tiempo de lo que nos pensamos.
    La vida es como una obra de arte Jordi 😉

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  8. Pues la verdad es que hay mucha gente que sabe la fecha en la que se va a ir de este mundo, aunque sea con unas semanas de aproximación. Me refiero a los que están enfermos y que los médicos ya les han anunciado lo que les queda por estas tierras, y suelen acertar bastante. Y mi experiencia, con los que tengo la desgracia o la fortuna de conocer en esa situación, es que mientras pueden siguen haciendo más o menos lo de siempre, pienso que por dos motivos: porque las personas somos animales de costumbre y porque, como tú bien dices, no estamos preparados para aceptar que esto se va a acabar sí o sí y quizá esperamos el milagro. Saludos.

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  9. Yo creo, Jordy, aunque con la vanidad que nos caracteriza a las mujeres , aun sigo haciendo las cosas en el orden que la naturaleza nos dicta , si, uso mis cremas y mis aceites , pero ante El Paso inevitable del ineludible tiempo solo nos resta vivir día a día y sorbernos cada momento para así envejecer con dignidad .

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