Esta bien esto de ser vegetariano.
No es que me haya vuelto loco, no, entiendeme, pero este jugo vegetal hecho a base de cebada……..
Entiendase como cerveza¡¡¡¡¡¡¡
En fin, aceptaciones gastronomitas aparte, el hecho de poder estar, como en este momento, con una rubia fresca a mi derecha, a la que saboreo en intensos y cortos tragos, y el teclado del portátil, en el que vuelco gran parte de mis deseos, digamos, que podria resumir que estoy especialmente feliz.
Lo olvidaba.
Tengo conectados los auriculares, con musica dependiendo del momento y de lo que apetece escribir.
Te dare una pista.
Rock tipo Ramnstein para escribir alegria intensa.
Mike oldfield para esas cartas transcendentales.
Jazz para momentos intimos.
Baladas para los romanticos.
Y ahora?
Dimelo al final de esta carta.
Pero te adelantare que es musica suave, de aquella que te hace bailar sin prisas, y que como en mi caso, en este momento, desearias no hacerlo solo.
Y al final todo se reduce a eso, a una cancion que resume un momento determinado, una melodía que nos arrastra a un momento pasado, o quizas a un sueño perseguido durante tiempo y que creemos posible en breve.
Me apetece bailar mientras camino, imaginarme que no ando un paso delante del otro, sino que doy un giro en cada compas de esa cancion, un salto hacia un lado, una pirueta hacia el otro, una mano saludando la melodía que eleva su tono en el calor del sol, o que desciende con el azul de las nubes.
Me apetece pensar que mientras me ves caminar, crees ver como mis piernas se agitan al ritmo acompasado de una cancion, quizas incluso de la cancion que ambos compartimos.
Porque al final, creo que solo se trata de eso, de encontrar a alguien con quien coincidir en una cancion.
Y si, he bailado ya algunas canciones, no todas hasta el final, pero sabes una cosa?
No me rendire, seguire buscando mi pareja de baile y mientras tanto, seguire escuchando la musica y seguire moviendo mis brazos y piernas.